Al regresar al Xibalbá, para tomar venganza, urdieron una trampa. Tras interpretar diversos números asombrosos, Xbalanqué decapitó a Hunahpú y volvió a colocarle la cabeza. Los dioses, encantados con el espectáculo, les rogaron que los decapitaran y les devolvieran la vida también a ellos. Los Héroes Gemelos simularon obedecer y procedieron a decapitar a los dioses. Al final lograron consumar su venganza: se negaron a recomponer sus cuerpos y los derrotaron para siempre. Así fue cómo triunfó el bien sobre el mal, y el mundo estuvo preparado para la creación de los seres humanos. Xbalanqué y Hunahpú emergieron del Xibalbá como el sol y la luna -dones para los mayas- y se elevaron al cielo. Cada día reinterpretan su viaje al mundo del Más Allá y su jubiloso retorno.
Fuente: National Geographic.